Noticias de Chiloé [1]


    Los habitantes de la isla de Chiloé están divididos en curatos, estos en partidos, que últimamente se subdividen en capillas en la forma siguiente:

    Curato de Castro. Comprende los partidos de Castro, Chonchi, Puguelón [2], Queylén [3], Achau [4], Meulín y Tenaún. El primero se forma de 11 capillas, el segundo de 5, el tercero de 6, el cuarto de 8, el quinto de 8, el sexto de 5, y el séptimo de 8. Hay en él 10.031 españoles criollos, 8.750 indios.

    El curato de Chacao comprende los partidos de Chacao y Pudetu. Estos 14 capillas inclusa la Real y en ellos 3.107 españoles criollos y 1.464 indios. El de Calbuco sólo el pueblo de su nombre con 14 capillas, 1.334 criollos y 1.403 indios.

    En el día produce la isla de Chiloé 271 fanegas de habas, 33 de porotos, 152 de frijoles, 175.54 de trigo, 114.20 de cebada, 65.000 de papas, 222 de Quina, 109 arrobas de lino, 200 fanegas de cebollas, 160 de ajos, se recogen 4.800 repollos y 500 zapallos anualmente.

    Hay [4.818] vacas 3.480, 1.024 toros, caballos 3.464, yeguas 3.525, potros 936, puercos 5.054, hembras 3.381, ovejas 86.683, carneros 2.160, cabras 17.307, chivatos 1.354, gallinas 20.740, pavos 1.200, gansos 800. [Se benefician de algunas] [5] 48.793 manzanos, 192 membrillos, 352 canoas y 472 piraguas.

    Los habitantes de estas partes de la isla me han parecido humildes, pacíficos y obsequiosos y, según los productos de la isla, muy laboriosos que el común de los americanos, especialmente criollos, manifiestan una [?] que aunque inusitada, es muy superior a lo que podía esperarse y corresponde al país en su actual [situación].

    Mientras los hombres se ocupan en el cultivo [tejen] [6] benefician las mujeres la lana, el lino y [alg] [7] poco algodón. De la primera hacen ponchos, mantas y una especie de bayeta basta y menos consistente que la europea, [El telar en que fabrican] [8] y sobrecamas bordadas de la misma tela. El telar en que fabrican todos estos tejidos se reduce a un [cuadrado firme de madera] [9] cuatro palos cilíndricos de madera que forman un cuadrilongo sus dos lados mayores de [folio 19v] dos varas de altura y cuartas las menores. Se sirven  de un peine para subir o bajar la trama y de la espada para unir los hilos y dar fuerza a la tela, pero [en los ponchos se ven precisadas los ponchos] [10] en los ponchos el tejido complicado de trama y flores o figuras no les permite hacer uso de aquellos instrumentos y se ven precisadas a trabajarlos a mano, bien que sobre el mismo telar.

    El principal alimento de los indios consiste en la harina de trigo generalmente molida y tostada a que le suelen agregar una tercera parte de cebada en la misma disposición. Diluida en agua caliente la toman, que aseguraron era del mayor alimento y muy sano. Las papas de varias especies asadas y cocidas que también cuentan con los guisados de los criollos como parte esencial y agradable.

    [Los montes están cubiertos de maleza casi impracticable hasta la altura de 4 o 5 varas y sobre ella se elevan los muermos, robles, lumas,  canelos, y que cubren por todas partes.] [11]

    El terreno intermedio se forma cordillera de montes de alturas desiguales y bastante considerables. Se ven cubiertos por todas partes de una maleza impenetrable sobre la que se elevan majestuosamente los muermos, robles, mantos que suelen tener de 3 a 4 pies en diámetro y de 40 a 50 varas de altura y área por la demasiada [folio 20] humedad del suelo donde jamás penetran los rayos del sol o ya por naturaleza notamos  en varios de estos árboles cortados a mano o rotos por temporales que habían podrido el centro quedando sólo un círculo de 8 a 10 pies de madera sobre el que estribaban.

    Los naturales hacen uso de estas dos especies para la construcción de las casas, de las lumas para estacas y para vender a las embarcaciones mercantes del comercio de Lima que siempre las llevan en lugar de lastre.

    No hemos visto los árboles monstruosos que nos aseguraron había. Hemos sabido que los  son los únicos que llegan a esta corpulencia pero parece son indígenas de las cordilleras y por consiguiente no se hallan en la isla.

    Estas noticias se tomaron en 1790.

    [folio 20v] Los indios pagan anualmente 5 pesos a las cajas reales ya  en moneda, en tablas de, o jamones. Cada pueblo tiene un numero fijo de contribuyentes proporcionado al numero de habitantes y el alcalde está obligado a presentar el importe aunque aumente o disminuya la población el importe y numero no varían hasta nueva matrícula que no tiene determinada época.

    [folio 21v] Por lo que hace a minas de fierro se cree que las hay en varias partes de la isla pero ni se ha hecho encargo alguno ni los hombres [guaitecos] hallan otro fundamento para esta creencia que unas débiles conjeturas con las minas se dice haberlas de azogue.

    Cuenta el mismo padre la llegada a este Puerto del inglés [Palmeron], del miedo que causó a los habitantes, del reconocimiento que hizo su lancha de toda la isla y de la quema que este algún tiempo antes había hecho de dos navíos del comercio [vistos] en el Puerto de Concepción.

    En 1716 emprendió un viaje desde esta isla a la cordillera el padre Francisco Meléndez, misionero europeo, acompañado de 21 hombres. Entró por el estero de [Marilmo] [12], donde suelen ir los Chilotes a hacer tablas [?], de allí pasó por el mismo estero al río [Vodudagua] y por este al [Rereno]. Sobre sus orillas levantaron un rancho para preservar los víveres, dejaron los que no pudieron cargar y marcharon por un sendero que había descubierto o formado en otro viaje anterior. Llegaron  a una laguna al pie de las cordilleras muy altas después de un camino de 13 días al E y NE. Construyeron 3 canoas y con ellas la atravesaron. Transportaron por tierra las canoas a una segunda laguna mayor que la primera y en ella desembocaron a otra mucho mayor que las dos anteriores que [folio 22] no pudieron navegar hasta el [extremo] [13] fin por demasiadas corrientes que en su extremo arrojaba las canoas sobre unas piedras donde se despeñaban.

    Hicieron por tierra algunas leguas por montañas quemadas, y se creían muy cerca de las pampas cuando por falta de víveres se vieron precisados a retirarse. El padre dice que vio cerca del sitio en que estaban una grande humareda, pero no parece la reconoció; como tampoco la decantada Ciudad de los Césares de la cual asegura estaba a tres leguas.

    Uno de los descubridores dice halló un correón en suela adobada con agujeros usado y roto de hebillas que supusieron fue cincha de caballo habiendo encontrado allí mismo mucho estiércol. La quema del monte no era muy anterior a este reconocimiento pues hallaron un venado quemado cuyos cuernos parecían maltratados de tiempo.

    [Folio 22] La isla de Chiloé está dividida en tres curatos a saber subdivididos en partidos y estos en capillas que comprenden varios pequeños pueblos.

    El de Castro que comprende siete partidos, a saber: Castro, Chonchi, Queilén, Puquelón, Achau, Meulín, y Tenaún. Hay en él primero 11 capillas 5 en el segundo, 8 en el tercero, 6 en el cuarto, 8 en el quinto e igual numero en el [blanck].

    Entre los papeles de las capillas jesuitas de castro solo se hallan dos relaciones. La primera contiene varias conjeturas de un misionero jesuita en el año de 45 sobre las poblaciones europeas que creo existen en el estrecho de Magallanes, Tierra del Fuego o isla de Inchín. Sus razones son tan poco fundadas que no merecen aprecio. Por incidencia dice que las islas llamadas Guaitecas y las de su parte del S que forman el archipiélago de Chonos son mas de 150 muchas de ellas de tierra llana, cubiertas de pastos y extraordinariamente abundantes en pescado. Parece que ese tipo intentó poblarlas pasando de Orden del Rey algunas gentes con este objeto, pero nada dice del abandono de ella ni de los motivos que lo produjeron. Asegura que en la isla de Chiloé se hallan minas de oro, [fierro] [14], y diamantes, que dice ha visto del tamaño de un huevo de paloma aunque se le había quitado un pedazo por descuido del indio que lo halló. Según todas las apariencias el padre entendía poco de diamantes.
 

Transcription provided by Enrique J. Porrua
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[1] Antonio de Tova Arredondo. Noticias de Chiloé. 5 a 18 de febrero de 1790. Museo Naval de Madrid, Ms. 309. f. 18 a 22v. Words in brackets without annotation indicate doubtful words, comments or interpretation by the transcriber. As noted by María Dolores Higueras in her “Catálogo de documentos sobre la expedición Malaspina en el Museo Naval,” vol. I, p. 269, this document is introduced by a note by Espinosa that reads: “Para colocar en los papeles que tratan de la Isla de Chiloé.”
[2] Puqueldón.
[3] Queilén.
[4] Achao.
[5] Crossed out.
[6] Crossed out.
[7] Crossed out.
[8] Crossed out.
[9] Crossed out.
[10] Crossed out.
[11] Crossed out.
[12] I was unable to identify or locate, Marilmo, nor rivers Vodudagua and Rereno.
[13] Crossed out.
[14] Crossed out.

 
 

Updated: June 13, 2018